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Channel: Curia romana – ATRIO
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Boccati di cardinale

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        Leo que la santidad del señor Papa, felizmente reinante a lo que parece, va a expulsar del sacerdocio al ya expulsado del colegio cardenalicio, al arzobispo emérito de Washington, Mac Carrik. Para que, nos explican, se aprecie, coram Deo et coram populo, que las conductas homosexuales no castas y las criminales contra menores, van a ser erradicadas.

        Somos adultos. Soy cristiano viejo. No soy cretino. La biografía de este anciano clérigo está marcada, según lo sabido y nunca desmentido, por actos criminales de abusos sexuales desde que ejercía como sacerdote a palo seco, hasta que ha ido ascendiendo en los escalones eclesiásticos al máximo nivel.

        Pregunta para no cretinos: ¿Cómo es posible que a lo largo de sesenta y tantos años, se le haya ido promocionando cómo gobernante eclesiástico y pastor espiritual, sin ningún reparo, poniendo en gravísimo riesgo las almas de seminaristas, curas y fieles a quienes ha corrompido? ¿Por qué no se explica a la comunidad de creyentes qué ha ocurrido ahora para proceder, se dice, a su expulsión?

        Del sacerdocio católico, no se puede expulsar a quien lo recibió lícita y válidamente. En alguna novela de don Pío Baroja se relata la vida de un tal don Basilio, cura expulsado del clero, que andaba por el Madrid de Alfonso XII, delicado a saborear amigos y a mal vivir comerciando y cuando los ateos confesos se metían con él medio borracho, les decía: “sí sí ustedes reírse pero si yo ahora encima de esta copa digo las palabras de la consagración, Dios se jode y baja”.

        Así que reparemos, señor Papa y adláteres vaticanos y aduladores varios, que del dicho al hecho, hay trecho. Una cosa es que no trabaje y dejé de vivir de la institución (si ello es posible con la legislación civil en mano) y otra, muy otra, que se le eche de sacerdote.

        Contra esto: dice San Agustín en II Contra Parmenianum : Los sacramentos cristianos no imprimen su carácter con menos fuerza que el carácter corporal de la milicia. Pero el carácter militar no se reimprime, sino que se reconoce el que tenía aquel que mereció el perdón del emperador, después de su culpa. Luego tampoco el carácter sacramental puede ser borrado.

        Ahora bien, el sacerdocio de Cristo es eterno, según las palabras del Sal 110, 4: “Tú eres sacerdote eterno según el orden de Melquisedec”. Y de aquí viene que toda consagración, realizada en virtud del sacerdocio de Cristo; mientras dura la cosa consagrada, es permanente.

        Si no yerro, así lo dice el Aquinate en la cuestión 63, artículo 5 de la III parte de la Suma Teológica.

        La santa Iglesia Romana tiene un problema ideológico, jurídico y de gobierno de mucho cuidado.

        No solo buenas homilías y buenos deseos nos van a permitir avanzar. “Los seres que han recibido el don de la libertad no se satisfacen con el disfrute del bienestar otorgado por otros”. Kant en “La disputa de las facultades” (1798).

       

       


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